Si ha sufrido un accidente de tráfico en España y éste ha sido causado por un vehículo extranjero, no existe ningún tipo de problema de cara a exigir la correspondiente indemnización por daños personales y materiales como consecuencia del citado accidente frente al vehículo extranjero causante de los daños.
En este caso, el único matiz a tener en cuenta es que tendremos que dirigirnos frente al representante legal en España de la aseguradora del vehículo extranjero.
En el despacho hemos resuelto recientemente un supuesto como éste con un resultado favorable para nuestro cliente, quien tuvo un accidente de circulación como consecuencia de que un vehículo procedente de Rumanía, cuyo propietario se encontraba en Cantabria de vacaciones, realizase una maniobra incorrecta y colisionase por alcance contra el vehículo en el que viajaba nuestro cliente.
El fundamento de nuestra pretensión se fijó sobre la base del artículo 1 del Real Decreto Legislativo 8/2004, de 29 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor: “El conductor de vehículos a motor es responsable, en virtud del riesgo creado por la conducción de estos, de los daños causados a las personas o en los bienes con motivo de la circulación.”
Igualmente,sobre lo dispuesto en elartículo 76 de la Ley 50/80 de 8 de octubre, del Contrato de Seguro: “El perjudicado o sus herederos tendrán acción directa contra el asegurador para exigirle el cumplimiento de la obligación de indemnizar, sin perjuicio del derecho del asegurador a repetir contra el asegurado, en el caso de que sea debido a conducta dolosa de éste, el daño o perjuicio causado a tercero…”
Tras interponer la correspondiente reclamación extrajudicial frente a la compañía aseguradora del vehículo extranjero causante de los daños a través de su representante legal en España hemos obtenido una indemnización acorde a los daños causados a nuestro cliente.
David Crespo Díez del Valle. Abogado en Bufete San Miguel & Abogados.
